Un hombre fue poseído por el demonio; 300 años después Freud lo curó



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Un hombre fue poseído por el demonio; 300 años después Freud lo curó




Al igual que el detective más famoso de todos los tiempos, también Freud mostró una considerable pasión artística, cierta compulsión y una imaginación excesiva a la hora de enfrentarse a los casos que le proponían sus clientes.



Sus soluciones, sin embargo, encerraban siempre buena parte de verdad —aunque tal vez no la verdad que él esperaba— y constituían relatos divertidos y hermosos.


Como Holmes, Freud nunca logró resistirse a un problema deliciosamente intrincado. Y si se trataba de un olvidado caso de exorcismo que podía rastrear en manuscritos perdidos en la biblioteca polvorienta de un monasterio, tanto mejor.

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