Para el amor de mi vida, que rompió mi corazón: Gracias por todo




Te amaré para siempre, a pesar de que rompiste mi corazón, gracias por hacerme saber lo que debo sentir cuando encuentre al hombre de mi vida.


Después de hace casi 9 años de haberte conocido, primeramente, quiero decirte gracias. Te quiero confesar que mentí cuando te dije que no recordaba esa noche, cuando por vez primera nos vimos. Realmente me di cuenta como me mirabas, con mi vestido rosa, como te morías por sacarme a bailar, pero yo, haciéndome la interesante, decidí hacer pasar la situación desapercibida.

Aunque debo reconocer que me sorprendió tu firme decisión de levantarte de la mesa, caminando como si no supieras qué pasaría y no sabiendo qué hacer con tus manos, si dejarlas abiertas o cerradas, o abiertas, o cerradas.  Tambaleando al caminar, como si el piso tuviera constantes vibraciones que te dijeran, “para, no lo hagas, vas a caer” pero tu valentía fue más grande que tus inseguridades, y con esa mirada, como descifrando el futuro y sabiendo que era ese momento para comenzar llenar nuestras vidas de esas emociones que te hacen vibrar y querer explotar al máximo todo lo que no imaginabas que era posible, te acercaste, sentí una respiración llena de nervios, unas pupilas que iban de un lado a otro pero finalmente se dirigieron a las mías, fue ahí cuando sin quererlo, del escote de aquel vestido rosa, algo se paralizó, porque no sabía qué era exactamente, una agitación jamás sentida antes, algo desconocido, fuera de control, que casi deja sin respirar.

Era mi corazón, que en ese momento se dio cuenta que eras tú, el amor de mi vida. Fue ahí cuando sin dar más vueltas, decidiste hacer lo que, con tanto miedo pero con ansias deseabas, y de la voz más sincera que he escuchado en mi vida, dijiste: “¿Quieres bailar conmigo?”.


Gracias por dejarme compartir a tu lado este lindo sentimiento. Porque a pesar de habernos conocido a una corta edad, tanto tú como yo nos entregamos por completo, nos dimos lo mejor de nosotros mismos, estuvimos en los mejores y peores momentos. La manera tan inocente de comenzar esa espléndida aventura es lo que hasta ahora no deja de sorprenderme, como siendo unos niños nos dimos lo más sincero que los seres humanos somos capaces de dar cuando realmente aman a alguien, cuando encuentran esa persona especial que viene a cambiar tu mundo, que lo llena de emoción, que te hace sentir completo.

Y todo eso fue gracias a ti.

Gracias amor de mi vida por llegar, por llenar mi vida de emoción, de locura, por compartir esta experiencia de vida conmigo, esta experiencia de amor. Por los días llenos de luz, las tardes de magia y todas las noches que me llevaste al cielo. Por tu comprensión, compasión, dedicación, entrega, por todo lo que fuiste capaz de darme.

Créeme, jamás olvidaré el más mínimo detalle de todo lo que fuiste capaz de hacer por la niña que una vez fui, la niña que te amo con todo su ser, que se entregó a ti en todos los aspectos, que te veía como el hombre que siempre estaría a su lado, la niña que también fue el amor de tu vida. Gracias amor de mi vida por estar ahí en los momentos difíciles y también por empujarme a ser mejor persona.

Todo eso que vivimos lo guardaré por siempre en mi corazón.

Ya no seguimos juntos… tal vez fue nuestra inmadurez, porque tal vez fueron otras personas que llegaron nuestras vidas, porque tal vez así estaba escrito,  porque Dios asi lo quiso, porque nada es para siempre, porque así es la vida. Tú y yo no seguimos juntos y aunque no volvamos a estar juntos, hemos crecido, hemos cambiado.

Amor de mi vida, te amo para siempre, a pesar de que rompiste mi corazón, gracias por hacerme saber lo que debo sentir cuando encuentre al hombre de mi vida.

d